ASOCIACIÓN ESPAÑOLA PARA EL FOMENTO DE LA RAZA BULLDOG FRANCÉS
ASOCIACIÓN ESPAÑOLA PARA EL FOMENTO DE LA RAZA BULLDOG FRANCÉS 

El síndrome braquicefálico

Dr. Janice Durr Grebe, Ph.D / Dr. Jan Grabe
American Kennel Gazette

Primera parte

¿Cuantas veces hemos oído de un Frenchy que muere joven, de forma repentina, atribuyendo la causa de la muerte a "un ataque de corazón"? Estas muertes normalmente ocurren cuando el perro esta excitado, hace ejercicio o tiene calor, y son aun mas devastadoras debido a que ocurren de forma inesperada. Es cierto, el corazón deja de latir pero… ¿Es posible que la muerte sea debida a otra causa? Una condición que podría explicar estas muertes es, un colapso agudo de las vías respiratorias como consecuencia de una obstrucción crónica de dichas vías. Hay muchos problemas de ese tipo asociados con el Bulldog Francés: las narinas demasiado cerradas, el paladar blando muy largo y obstrucciones en las vías nasales y la faringe.

 

Para entender mejor el síndrome braquicefalico (un síndrome es definido como un conjunto de síntomas que juntos caracterizan una enfermedad o condición anormal) primero debemos tener en cuenta que constituye una respiración normal, y como la construcción normal de las vías respiratorias de un perro chato (braquicéfalo) puede interferir en su funcionamiento.

 

Igual que los seres humanos los perros "llevan" el aire hacia los pulmones gracias a un proceso llamado "respiración de presión negativa". En vez de bombear las vías con aire bajo una presión positiva (como las ranas, que mueven la parte inferior de la boca para "empujar" el aire hacia los pulmones) los perros (y nosotros) aumentan la cavidad del pecho. Eso se hace moviendo las costillas hacia afuera, y el diafragma hacia abajo. Dado que la cavidad del pecho es un espacio cerrado, la expansión produce un vacío parcial con una presión menor que la del aire fuera del cuerpo (presión negativa). La naturaleza no tolera un vacío, por muy parcial que sea, y rectifica la situación permitiendo que el aire entre por las aberturas de la nariz, cavidades nasales, faringe, laringe y traquea, y, finalmente por los bronquios hasta los sacos de aire de los pulmones. Así se inflan los pulmones y la presión del aire dentro del pecho y fuera del cuerpo se igualan.

 

El problema reside en que, mientras el Bulldog Francés inspira el aire, hay una baja presión en todas las vías respiratorias. Eso produce un efecto de “estrechamiento” en las paredes de las estructuras mencionadas; y cuando mas esfuerzo hace para respirar, mayores son las fuerzas que tienden a estrechar las vías respiratorias.

 

Da igual que el perro respire fuerte debido al calor, ejercicio o simple excitación, el estrés resultante es el mismo. La mayoría de los dueños de perros chatos saben de la tendencia de estos a sobre calentarse. La explicación se halla en que la mayor parte del exceso de calor se elimina a través de los pulmones, y cualquier alteración respiratoria disminuye la capacidad de eliminación de ese exceso de calor. 

 

Sin embargo, pocos saben que el mero hecho de que la respiración sea forzada, por alguna razón, aun sin el sobre calentamiento, es capaz de provocar un colapso progresivo de la vías respiratorias, lo que puede disminuir la capacidad respiratoria e incluso hasta matar a un perro con problemas crónicos de este tipo.


Las vías respiratorias y el esófago cruzan caminos en una región imprecisa llamada la faringe. Cuando el perro respira la epíglotis y el paladar blando están en la posición en el dibujo. Cuando el perro traga, la epíglotis se dobla hacia atrás para bloquear la entrada a la laringe, una abertura llamada glotis (no en el dibujo) y el paladar blando suben para cerrar la abertura en la parte posterior de la cavidad nasal. Así la comida no puede entrar ni en la laringe ni en la cavidad nasal.

 

Ud. puede ver y oír la diferencia en la respiración entre un perro con orificios nasales abiertas y otro estenótico. Cuanto más fuerte trata de respirar un perro, más apretadamente los orificios nasales y las paredes de las vías respiratorios se cerrarán.

Siguiendo las vías respiratorias, llegamos a ese espantajo de las razas de hocico corto, el paladar blando, que separa la parte posterior de la cavidad nasal de la cavidad bucal. Aunque algunos perros braquicefálicos tienen un paladar blando que es corto y en proporción al cráneo, muchos de ellos tienen un paladar largo que cuelga bien dentro de la faringe (garganta). Este paladar excesivamente largo no solo interfiere el paso del aire desde la nariz a la garganta sino que en realidad puede extenderse hasta la abertura de la laringe. 

Un signo de advertencia da paladar blando extendido son frecuentes náuseas o regurgitación da saliva espumosa, usualmente no acompañada con vómito de comida.

La traquea en los perros braquicefálicos puede estar subdesarrollada ("hypoplastica"), y puede presentar aún otro obstáculo a la respiración. Si la traquea es anormalmente angosta, esto no solo contribuye a la obstrucción general y ayuda a aumentar las fuerzas que llevan hacia adentro las paredes de las vías respiratorias, sino que también hacen que la traquea sea más propensa a aplastarse.

Puede ocurrir un aplastamiento parcial de la laringe o traquea, aumentando el esfuerzo respiratorio, intolerancia a la tensión y problemas de acaloramiento. Cualquiera o todo lo expuesto puede persistir por algún tiempo, sin que el dueño se entere de que las condiciones de las vías respiratorias están progresivamente empeorando debido al circulo vicioso de la obstrucción: cambios en las vías respiratorias  mayor obstrucción. Entonces, inesperadamente, el perro puede tener una infección respiratoria que le cause alguna inflamación; o puede excitarse o acalorarse muy a menudo. Y repentinamente, la laringe parcialmente aplastada puede aplastarse totalmente, o las cavidades trastornadas o el paladar blando pueden taponar la glotis.  El resultado final: asfixia, que, a menos que el dueño esté prevenido del problema, puede ser visto como una "muerte repentina por un problema cardíaco." ¿Entonces qué debe hacerse?

 

Hay dos problemas por los que ocuparse: la vida y salud de cada perro y la vida y salud de la raza. Primero consideremos al perro. Solo una parte de las vías respiratorias (los orificios nasales) pueden ser evaluadas sin anestesiar al perro, dado que no hay manera de mirar el paladar blando y la laringe en un perro despierto. Entonces, está en el dueño observar al perro con un alto grado de sospecha:

 

-¿Son los orificios nasales obviamente estenóticos ¿Puede verlos y escuchar interferir con cada inhalación de la respiración?

 

-¿Produce el perro muchos ruidos "babosos y de goteos" en la boca y la garganta? ¿Ronca mucho?

 

-¿El perro tiene arcadas arroja espuma frecuentemente, sin ninguna razón aparente?

 

-¿Se vuelve la respiración del perro fácilmente dificultosa, incluso con clima fresco o con un ejercicio mínimo?

 

-¿Se acalora el perro frecuentemente, incluso con temperaturas moderadas?

 

Si Ud. responde "si" a una o todas estas preguntas su perro puede necesitar mayor evaluación y, si es indicada, cirugía. Una advertencia: algunos de los procedimientos usados en el tratamiento de este síndrome son sencillos! Si Ud. tiene un veterinario con una extensa práctica con estos perros o con una experiencia considerable con síndrome braquicefálico, puede ser perfectamente competente para evaluar y tratar a su perro. Si no, considere consultar por referencias a una escuela de veterinaria. Si esto no es posible hable con gente de las raza y pregúnteles quien atiende las vías respiratorias de sus perros. Muchos veterinarios que creen que no tienen suficiente experiencia con el síndrome braquicefálico le recomendarán un colega que la tenga. Todos los propietarios de perros deben mantener buenas relaciones con sus veterinarios, poder ser sinceros sobre sus deseos y preocupaciones, obtener la mejor atención posible para sus perros, e incluso si es necesario ser derivados a otro profesional.

Vías respiratorias de un Frenchie: E-Esófago. NC-Cavidad nasal
SP-Paladar blando. EP-Epíglotis. L-Laringe. TR-Traquea
BR-Bronquios. T-Lengua

 
El dibujo 1 detalla las distintas partes de las vías respiratorias de un Frenchy. Primero consideramos las ventanas de la nariz. En algunos perros, las aberturas son lo suficientemente grandes para permitir que el aire entre y salga sin problemas. En otros, son estrechas. Uno puede probar esto por si mismo si respira y a la vez se fija en su propia nariz. Se nota como la nariz se estrecha ligeramente si se respira fuerte. Ahora si se hace lo mismo con la nariz pinchada por los dedos se da uno cuenta de que el "efecto estrechamiento" se nota no solo en la nariz sino también en la garganta.

 

En un Frenchy con una abertura nasal pequeña las paredes de la nariz funcionan como válvulas y hasta un mínimo esfuerzo para respirar puede cerrarla. Es fácil apreciar la diferencia entre la respiración de un perro con la nariz bien abierta y otro con ella cerrada, se ve y también se oye. Cuanto mas esfuerzo hace el perro para respirar, mas se cierra la nariz, mas se estrechan las vías respiratorias.

 

Una vez que el aire entra por las narinas de un perro chato encuentra mas obstrucciones dentro de la cavidad nasal. Los perros con el hocico largo tienen amplias cámaras nasales con unas delgadas estructuras óseas a modo de baldas, llamados cornetes, proyectadas hacia las cámaras desde los laterales. Dichas estructuras sirven para aumentar el área superficial, y así ayudan a calentar y limpiar el aire respirado. Pero en un Frenchy las estructuras nasales internas están comprimidas de forma irregular y pueden obstruir aun mas la transición del aire entre las narinas y la faringe (garganta). Así que puede que el perro tenga las narinas normales, pero el estrechamiento de las cavidades nasales pone dificultades a la libre circulación del aire.

 

Ahora nos encontramos con uno de los problemas mas frecuentes en los perros chatos, el paladar blando, una separación entre la parte posterior de la cavidad nasal y la boca. Aunque algunas razas braquicéfalas tienen el paladar blando corto en proporción con el acortamiento de los huesos del cráneo, muchas tienen el paladar blando elongado, lo cual estorba a la faringe. El exceso de longitud del paladar no solo estorba la circulación del aire, puede que llegue a entrar dentro de la laringe. El resultado será que la circulación irregular del aire provoca inflamación del tejido del paladar y así mas obstrucción. Un aviso de un paladar elongado sería que el perro produzca una espuma blanca cuando saliva, pero no vomita. Parece que el paladar elongado actúa como una batidora, así que cuando el perro saliva, el paladar lo convierte en un tipo de merengue, que tiene que ser expulsado por el perro, normalmente en el suelo. Por eso muchos dueños de Frenchies prescinden de moquetas y prefieren suelos de madera. El paladar elongado también produce sonidos cuando el perro respira, y si eso se junta con las narinas estrechas el resultado puede ser una "sinfonía nocturna" de ronquidos. Para muchos es un sonido encantador, pero de hecho es una síntoma de problemas.

 

Después de las cavidades nasales, el aire respirado pasa por la faringe y la laringe. La laringe tiene forma de caja, y en realidad no es mas que una extensión de la traquea. Consiste en cartílagos cubiertos por delgadas membranas. Unos músculos muy pequeños mueven una pareja de cartílagos, apartándolos o juntándolos, para abrir o cerrar la glotis, que es la abertura entre las cuerdas vocales que están conectadas a estos cartílagos. La epiglotis ("epi" significa “sobre”) es una estructura que puede subir y bajar, cubriendo así la glotis cuando el perro come para evitar que la comida entre en las vías respiratorias. La gente que trata de comer, o beber, y hablar a la vez hace el trabajo imposible para la epiglotis, a menudo con el resultado de que la comida entra y bloquea las vías. El problema tiene nombre propio, "infarto de cafetería" y también tiene remedio propio, la "Maniobra de Heimlich". Me explico.

 

Si algún objeto se traba en la glotis, bloquea el flujo de aire. La “Maniobra de Heimlich” consiste en tumbar al perro de costado, poner las palmas de las manos justo encima de la ultima costilla, y dar cuatro empujes rápidos y secos. Entonces se chequea la boca del perro para comprobar que el objeto ha sido expulsado, sino la maniobra se repite hasta que salga. Ten cuidado: ésta maniobra debe de utilizarse solo cuando las vías respiratorias han sido totalmente bloqueadas por algún objeto, mientras el corazón sigue latiendo. No está indicado cuando el perro parece que tiene horribles ganas de vomitar o resopla de forma ruidosa, episodios familiares para los dueños de Frenchies. En estos casos es mejor dejar que el perro se arregle solo. Si el perro hace esos ruidos, es precisamente porque las vías respiratorias no están bloqueadas y la “Maniobra de Heimlich” no se debe emplear. Si no conoces esta maniobra no es mala idea asistir a un cursillo de primeros auxilios. Estos cursillos imparten la “Maniobra de Heimlich” y otros métodos de resucitación cardio-pulmonares que valen tanto para personas como para perros cuando la respiración y los latidos del corazón fallan.


Continuará
Extraido de "Healthy Frenchies: an Owner´s Manual". Publicado por ArDesign. USA.1998 Primera publicación en el "French Bullytin", Vol. 3 No 2.1984 © de la traduccion Pilar Hannan. Cantabria, 2000

 

El síndrome braquicefálico
Dr. Janice Durr Grebe, Ph.D
Segunda parte


Cuando, debido a la estrechez de las fosas nasales, paladar blando demasiado largo o por una combinación de ambos, se produce una obstrucción crónica, el incremento de esfuerzo necesario para que el aire penetre por las vías respiratorias produce mas tensión en la laringe, causando a su vez mas estrechamiento.


Los tres principales efectos de esto son: 

 

1. Los ventrículos laringeos (sáculos lanríngeos) tiran para adentro. Estas pequeñas protuberancias de la membrana que cubre la laringe se encuentran justo por encima de las cuerdas vocales. Una obstrucción crónica de las vías respiratorias hace que éstas membranas se vuelvan hacia dentro en vez de salir para afuera, obstruyendo parcialmente la glotis, y empeorando así una situación ya delicada. Los sáculos invertidos no solo son el resultado de una obstrucción crónica, sino que también agravan la situación.


2. La tensión crónica en las vías respiratorias, tirando hacia adentro de las paredes laringeas, puede estorbar y hasta colapsar la laringe, lo que produce mas obstrucción e implica aun mas esfuerzo para respirar. Lo mismo ocurre en el paladar, donde las turbulencias y vibraciones producidas dan como resultado inflamación e irritación de la laringe, empeorando aun mas la situación.


3. La traquea en los perros braquicefálicos puede estar menos desarrollada (hipoplástica) y puede representar otro obstáculo para la respiración. Si la traquea es ya muy estrecha (estenótica) no solo contribuye a la obstrucción respiratoria, también hace mas probable un colapso. Un colapso parcial de la laringe o la traquea, necesita de un esfuerzo respiratorio aun mayor, lo cual también produce tensión y sobrecalentamiento.

 

Cualquiera de los problemas mencionados, o una combinación de ellos, puede estar presente, durante algún tiempo, sin que el dueño sea consciente del empeoramiento paulatino de la respiración debido al circulo vicioso de:Si la obstrucción es debida en gran parte a una abertura nasal demasiado estrecha, quitar una cuña del tejido de la parte superior o lateral de la nariz (A) puede ser suficiente para corregir el problema. Si la obstrucción es de mayor grado y una sección en forma de cuña no sería suficiente, puede ser necesaria la amputación del cartílago lateral (B).

 

El acortamiento del paladar (estafilectomía) implica unas precauciones especiales por parte del veterinario, porque tiene que mantener abiertas las vías respiratorias durante y después de la intervención. Primero, por supuesto, hay que utilizar un tubo endotraqueal lo suficientemente pequeño para permitir que el veterinario pueda trabajar con la faringe y la laringe, pero lo suficientemente grande para permitir un flujo adecuado del aire. Cualquier manipulación de la laringe puede provocar una inflamación tan severa que llegue a bloquear las vías respiratorias. Así que un antinflamatorio fuerte pero de corta duración es indicado para combatir la inflamación durante la intervención. Después, un antinflamatorio de larga duración es necesario para combatir cualquier inflamación que se presente. El perro debe de permanecer sedado y en ayunas durante 24 horas después de la intervención; para evitar la deshidratación será mantenido con suero por vía intravenosa. Un medicamento que reduce la producción de saliva será necesario para evitar problemas de asfixia. El tubo endotraqueal no se debe quitar hasta que el perro se haya recuperado del todo de los efectos de la anestesia; y el paciente debe reposar sobre su barriga para evitar que la lengua se relaje y así bloquee la garganta. Después de la intervención es necesario mantener al perro bajo una observación minuciosa, preferiblemente por alguien capaz de reponer el tubo y que esté capacitado para hacer una traqueotomía si fuese necesario. (La traqueotomía es una intervención que implica hacer una abertura en la parte anterior de la garganta hasta la traquea, por debajo de la laringe, donde se inserta un tubo).

 

Cuando se acorta el paladar es importante que el acortamiento sea del tamaño adecuado. Si es demasiado pequeño es posible que la obstrucción de las vías respiratorias continúe. Si es demasiado grande el perro no podrá cerrarlas cuando come, entonces la comida y el agua pueden entrar en los pulmones. Ten en cuenta que no hay una línea visible que indique al veterinario donde debe cortar; si se produce un error es mejor quitar poco que cortar demasiado. Es mucho mas fácil volver a cortar un trocito que intentar alargar el paladar.

 

Si los criadores empezaran a acumular datos sobre la elongación del paladar en sus líneas a través de varias familias y generaciones, el comité para la genética de la raza (FBDCA Genetics Committee) podría descubrir si es un problema con solución (o por lo menos que se puede aliviar) a través de una crianza selectiva.

 

El problema es que la diagnosis del síndrome braquicefálico necesita anestesia. ¿Por que no sugerir al veterinario que si el perro tiene que estar bajo anestesia por cualquier otra razón (por ejemplo, una cesárea, o investigación de grado menor, etc.) examine el paladar y la laringe a la vez? Así es posible detectar a tiempo un problema, hasta ahora insospechado, y prevenir un colapso grave de la laringe. También serviría para acumular datos sobre la incidencia real de problemas en las vías respiratorias, tanto en nuestras líneas particulares como también en la raza en general.

 

Si opinas que un Frenchy con problemas en las vías respiratorias tiene muchas características excelentes y es apto para criar a pesar de esos problemas, hay que asegurarse de que el otro perro/a tenga las vías respiratorias en muy buenas condiciones. Y, no se debe descartar a los Frenchies con el hocico un poco mas largo. Nuestro primer Frenchy, que fue calificado como "mascota" precisamente porque tenía el hocico un poco mas largo que lo deseable (a pesar de tener un cuerpo perfecto, orejas magnificas y un movimiento estupendo), vivió con nosotros durante mas de 14 años y nunca tuvo ningún problema de intolerancia al calor o al ejercicio físico. Casi no roncaba.

 

Extraído de “Healthy Frenchies: an Owner´s Manual”. Publicado por ArDesign. USA.1998

 
Extraido de "Healthy Frenchies: an Owner´s Manual". Publicado por ArDesign. USA.1998 Primera publicación en el "French Bullytin", Vol. 3 No 2.1984 © de la traduccion Pilar Hannan. Cantabria, 2000

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