Vivir con un perro no adiestrado es muy parecido a ser el propietario de un piano y no saberlo tocar. Es un objeto muy bonito, pero la satisfacción que le da es muy poca. Pero si toma clases de piano, de repente éste cobra vida y le ofrece sonidos mágicos y ritmos que le llenan de gozo y felicidad.
Lo mismo se le puede aplicar a su Bulldog Francés. Cualquier perro supone una gran responsabilidad y si no es adiestrado adecuadamente puede adoptar conductas inaceptables que acabarían por molestarle y que incluso podrán provocar fricciones entre los miembros de la familia.
Para adiestrar a su Bulldog Francés quizás quiera insistir a un cursillo de obediencia. Enséñele buenas maneras a medida que vaya entendiendo usted cómo y por qué se comporta de la manera en que lo
hace. Averigüe cómo comunicarse con él y cómo reconocer y entender su lenguaje. De repente el perro asume otro papel en su vida: resulta que es listo, interesante, se comporta bien y es divertido
estar con él. Él le demuestra su devoción hacia usted a diario. En otras palabras, su Bulldog Francés hace maravillas por su ego porque le recuerda constantemente que no sólo es usted su lider: usted
es su ídolo.
Los expertos en la enseñanza de la obediencia canina y en el asesoramiento a los propietarios acerca del comportamiento de sus perros han descubierto algunas cosas interesantes. Por ejemplo, adiestrar a los perros cuando son cachorros da como resultado la más alta tasa de éxito en conseguir perros adultos con un buen comportamiento y bien adaptados. Adiestrar aun perro mayor de, digamos, seis meses a seis años, puede proporcionar resultados prácticamente iguales siempre que el propietario acepte que la capacidad de aprendizaje del perro va a ser más lenta y que éste dispuesto a trabajar con paciencia para ayudarle a tener éxito y a desarrollar todo su potencial. Desgraciadamente la paciencia es lo que falla en muchos de los propietarios de perros no adiestrados, así que normalmente no insisten y su perro no llega a aprender determinadas conductas.
Adiestrar aun cachorro de una edad de 10 a 16 semanas (20 como máximo) es como trabajar con una esponjas dentro de una piscina llena de agua. El cachorro se empapará de cualquier cosa que le
enseñe y buscará constantemente más cosas para hacer y aprender. A esta corta edad, su cuerpo todavía no a empezado a producir hormonas, y aquí está la razón del porcentaje tan alto de éxito. Sin las
hormonas, él está centrado en sus propietarios y no tiene un gran interés por investigar otros lugares, perros, personas, etc. Usted es su lider, el que le proporciona el alimento, el agua, el
alojamiento y la seguridad.
Así pues, se pega a usted, quiere estar cerca. Generalmente se pega a usted, quiere estar cerca. Generalmente le seguirá de una habitación a otra y no le dejará que desaparezca de su vista cuando
esté fuera de casa con él, y responderá de forma parecida a cómo usted lo hace con las personas y los animales con los que se vayan encontrando. Si saluda usted efusivamente a un amigo, él se sentirá
contento saludando también a esa persona. Si por el contrario resulta que usted vacila e incluso se muestra nervioso cuando se le aproxime un desconocido, él responderá de la misma
manera.
Una vez que el cachorro empieza a producir hormonas ,aflora su curiosidad natural y empieza a investigar el mundo que tiene a su alrededor. Es en esta época en esta época cuando se puede advertir que
el perro no adiestrado empieza a deambular alejándose de usted e incluso ignora sus ordenes de quedarse cerca. Cuando este comportamiento se convierta en un problema, el propietario tiene dos
opciones. Deshacerse del perro o adiestrarle. Se recomienda encarecidamente que escoja la segunda.
Después de todo, a ningún perro, ya sea un cachorro o uno adulto, le gustan los métodos severos o inhumanos. Pero cualquier criatura responderá favorablemente a los métodos amables y motivadores así
como a los elogios sinceros y a los ánimos.
ENSEÑARLE A VENIR-VOLVER
Si usted hace que enseñarle el (Come) sea una experiencia divertida, nunca tendrá aun que no adore el juego o que no venga al ser llamado. Parece que el secreto consiste en no enseñarle nunca la
palabra .
A veces cuando un propietario quiere que su perro venga al llamarlo, es posible que éste enfadado o nervioso y permite que estos sentimientos afloren en su tono de voz. Al percibir esta crispación en
la voz de su amo, el perro teme el resultado que pueda derivarse de ir hacia él y, por ello, o desobedece completamente o se escapa en la dirección opuesta. El secreto consiste en enseñar al perro un
juego, y cuando quiera que venga hacia usted, sencillamente juegue al juego. Ésta es una situación que no fallará prácticamente nunca.
Para empezar haga que varios miembros de su familia cojan cada uno una recompensa en forma de comida y que vaya a una habitación diferente de la casa. Túrnese para llamar al perro. Cada persona
deberá mostrar alegría cuando el perro le encuentre, darle el premio y elogiarlo con entusiasmo. Cuando una persona llame al perro, de hecho le está invitando a encontrarle y a obtener una recompensa
por .
Si se juega una cuantas veces al <¿Dónde éstas?> el perro adivinará que todos están jugando con él y que cada persona tiene un premio para que lo encuentre. Una vez que le guste el juego, al
llamarlo sencillamente con un <¿Dónde éstas?> vendrá corriendo desde cualquier sitio que se encuentre.
ENSEÑARLE A ANDAR AL PIE (HEEL)
Empiece sujetando la correa en su mano izquierda al tiempo que el perro esta sentado al lado de su pierna izquierda. Coja el lazo de la correa con su mano derecha pero sujete la correa a mitad de
camino con su mano izquierda para así mantener al perro cerca de usted.
Diga o y empiece a caminar con su pie izquierdo. Mantenga al perro cerca de usted y dé tres pasos. Pare y haga que el perro se siente a su lado en lo que ahora llamaremos Elógielo verbalmente pero no
le toque. Deténgase durante un momento y empiece de nuevo con dé otros tres pasos, párese de nuevo y ordene al perro que se siente otra vez.
Su objetivo es que el perro dé esos tres pasos sin tirar de la correa. Cuando camine tranquilamente a su lado esos tres pasos, aumente su número hasta cinco. Cuando camine educadamente a su lado al
dar usted cinco pasos puede aumentar la distancia hasta diez pasos. Siga aumentando la distancia de su paseo hasta que el perro pasee tranquilamente a su lado sin tirar, ya que quiere usted que
camine a la altura del talón de su pie izquierdo.
Cuando acabe de pasear, indíquele que el ejercicio ha terminado y elogie mucho a su mascota diciéndole . El se usa como una palabra de liberación que significa que el ejercicio ha terminado y que el
perro puede relajarse.
Si está tratando con un perro que insiste en tirar de usted de un lado a otro, sencillamente y manténgase firme hasta que él se dé cuenta de que ustedes dos no irán a ningún sitio hasta que él se
coloque a su lado y camine a su paso y no usted al de él. Puede llevarle tiempo el estar quieto de pie y convencer al perro de que usted es el líder y que será usted el que decida la dirección y el
ritmo de su paseo.
Cada vez que el perro dirija la vista hacia arriba para mirarle o vaya a su paso, dejando la correa floja entre ustedes dos, alábele suavemente y dígale .
Finalmente el perro empezará a responder y al cabo de unos pocos días ya paseará educadamente a su lado sin tirar de la correa. Al principio las sesiones de adiestramiento deberían ser cortas y muy
positivas. El perro pronto será capaz de caminar agradablemente con usted distancias cada vez mas largas. Recuerde también darle tiempo libre y la oportunidad de correr y jugar cuando hayan acabado
con la practica.